2.5.06

De vuelta a mi escritorio.

Últimamente ando demasiado off-line, los puentes y ese estúpido intento de descanso hacen que me alejado de mi alter ego electrónico.

Llegar de la Xplanada 8.0, la party a la que no falto desde hace ya casi 6 años... (buf son muchos pero me ha merecido la pena siempre). Para luego recuperar algo de aliento en un recóndito pueblo, forzando así esta desconexión más o menos saludable.

Hoy comía con las nuevas cifras de muertos en carretera en la tele como fondo. Y es demasiado trágico el hecho de que cuando nos vamos de vacaciones ponemos nuestra vida en pelígro por el mero hecho de intentar disfrutar de, tres o cuatro, días seguidos de evasión de nuestras responsabilidades.

Todo es muy relevante o tremendamente insignificante. Así de volubles creo que somos, así que seguro que no importa que ahora me ponga a hablar de lo bien que me lo pasé en la party.

Pues sí, el tema de la fast game de este año era hacer en poco más de 48 horas algo parecido al Street Fighter (juégalo si no lo has hecho aún). Nosotros hicimos algo parecido a nuestra manera como siempre.

El tema más interesante del juego no fué la programación, ni los gráficos, ni la música lo más interesante fué ver cómo 48 horas de convivencia se mezclan con la ilusión de terminar algo que funcione y de llevar a cabo un pequeño, estúpido y sin sentido juego que luego, a posteriori, se convierte en un orgullo casi paterno. Yo creo que esta es la sensación que me llena tanto como para ir año tras año a la Xplanada.

PD: Hoy la cosa no va de noticias tecnófilas, si no de experiencias personales snif! que potito.

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