Estamos acostumbrados a ver la típica imagen de un vagabundo sobando dentro de una sucursal, pero hoy he visto algo para reflexionar.
En el interior de la sucursal en la que nuestro amigo el vagabundo estaba sobando al calor del vino de brick de DonSimon (y al fresco del aire acondicionado), una persona anónima sacaba tranquilamente dinero del cajero.
Aparentemente no es más que una imagen urbana normal. Pero pensarlo, en 10m2 tenemos a una persona que está por debajo del umbral de pobreza y a uno de los que, como nosotros, disfrutan en la sociedad del bienestar. Toma fractura social concentrada!
Seguro que si me pilla con una cámara nikon con carrete de blanco y negro, y hago una foto me fichan en Reutters.
PD: No pienso autocensurarme. Hay un mundo ahí fuera.
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